Con frases como “No al trabajo infantil”, “Queremos jugar, no trabajar” y “Yo aprendo jugando”, más de 40 párvulos del jardín infantil “Tevito” de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI), irrumpieron la sesión ordinaria del Concejo Municipal de Arica con la finalidad de que los concejales se comprometieran en realizar gestiones contra el trabajo infantil.
En la actividad coordinada por la Oficina Comunal de la Infancia, participaron también alumnos del Liceo B-4, niños y niñas del Programa de Prevención Comunitaria “Filomena Valenzuela” y funcionarias de la Oficina de Protección de Derechos (OPD), ambas de Sename.
De esta manera, y luego de presenciar una pequeña dramatización de un niño del Programa “Filomena Valenzuela”, sobre la utilización de menores de edad en la venta de CD’s piratas, cada uno de los concejales estamparon su firma de compromiso en un papelógrafo que contenía algunas peticiones de los niños.
Elena Díaz, quien presidió el Concejo recalcó que como concejales jamás estarán de acuerdo con la explotación infantil. “Estamos dispuestos a luchar para que nuestros hijos, y todos los niños no sean explotados. Ellos deben recibir educación y se les debe permitir vivir su infancia a través de los juegos, no con trabajo”, puntualizó.
Respetar los derechos
Magda Guerra, directora de la unidad educativa de JUNJI, precisó que entre los énfasis de la institución está el velar por los derechos de los niños, por lo cual no podían estar ajenos en esta iniciativa. “Agradecemos su compromiso ya que son ustedes los concejales quienes pueden realizar gestiones que irán en directo beneficio a la infancia de nuestra comuna”.
Mientras que Paúl Carvajal, encargado de la Oficina Comunal de la Infancia, sostuvo que a través de los párvulos de JUNJI, los niños del programa de Sename y los adolescentes del liceo B-4, quisieron hacer un llamado de atención sobre la importancia que los niños se desarrollen en torno a la educación y el tiempo libre.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó el primer Día Mundial contra el Trabajo Infantil en 2002 como forma de poner de relieve la gravísima situación que aqueja a niños y niñas.
Esta conmemoración tiene por objetivo ejercer de catalizador del creciente movimiento mundial contra el trabajo infantil, reflejado en el gran número de ratificaciones del Convenio núm. 182 sobre las peores formas de trabajo infantil y el Convenio núm. 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo.